jueves, 17 de mayo de 2012

Mi corazón intermitente…


Quisiera volver a sentir
Esa sensación ya olvidada
De mariposeos en el estómago
Los latidos acelerados
Emociones reencontradas…

Y mi corazón esta intermitente
Ya no siente, ni padece, ni vibra
Ya mi corazón no entiende de amores
Está como inmune, indiferente
Se cerró a los sentimientos de pasiones…

Y nada puedo hacer para que palpite
Para que deje entrar a un nuevo amor
Porque en los sentimientos no se manda
Y aunque quiera enamorarme
Mi corazón está intermitente

Y pasará el tiempo ¿sola?, expectante
Quizás esperando que mis ojos
se crucen con otros ojos, y surja la chispa
y si salta el factor +X ¿y despierta el corazón?
Y si de repente sonríe el corazón…

Paradoja:
Cuando el corazón tiene fisuras, es mejor dejar que sane, y cuando vuelva a resurgir en el momento en el cual esté preparado para cultivar un nuevo amor...

Maria del Pino Antúnez [Cristal ]

2007-08-10

La noche y tú...




Ya se acerca, no necesito mirar el reloj,
ni mirar al cielo para saber
que la noche se acerca.
El crepúsculo, ese hermoso momento
en que el cielo asemeja un incendio,
cuando el declive del sol en el horizonte
hace que los tonos rojos y anaranjados
predominen en el firmamento.
Como una gran explosión de color y pasión
antes de la definitiva llegada de la noche,
sólo unos instantes antes de que la luna
ejerza toda su influencia sobre mí.

Me encanta la noche, la luna y su influjo,
las estrellas como pequeños diamantes
colgados de la nada, como infinitos deseos
y sueños de los amantes.
Se acerca la hora de los sueños.
Esa hora mágica en que me dejo llevar por mis
pensamientos y ellos me llevan de nuevo a tu lado.
Ese momento en que estamos juntos de nuevo.
Ese instante en el que tus besos, tu olor y tu presencia
se hacen tan reales.

Poco después llegará ese momento en que cierro mis ojos
y dejo volar mi imaginación.
La distancia que nos separa desaparece
y vuelvo a sentir tus labios sobre mi piel,
tus manos acariciándome, tu olor penetrando
mis sentidos y acercándome al paraíso.
Mis brazos rodean tu cuerpo. Tu cuerpo abrazado al mío,
y el sueño te vence. No puedo dejar de mirarte,
no me canso de contemplar tu rostro
iluminado por la luna, tu cuerpo reposando junto al mío,
mientras mis manos acarician tu cabello.

De repente abro los ojos,
la luz del sol entra por la ventana,
las sombras han desaparecido y
con ellas mis sueños...
Entre mis brazos una almohada,
en mi corazón la pena y la tristeza
de no tenerte a mi lado
y la ilusión y la esperanza
de que de nuevo llegue la noche

y con ella volvamos a unirnos.
Sé que un día, al despertar no sentiré pena,
ni tristeza porque entre mis brazos estarás tú...
y en mi corazón sólo habrá amor.
En ese momento, cuando ese día llegue
no temeré la llegada del nuevo día
porque eso no significa que hemos de separarnos...
Seguiremos juntos.... en mis sueños... la noche y tú...

Maria del Pino Antúnez [Cristal ]
2007-09-05