sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Se acaba el mundo el 21 de diciembre?

ORDI BUSQUÉ Ahogadas por las luces de ciudades y pueblos, las estrellas ya no forman parte de la experiencia cotidiana. En la antigüedad, sin embargo, esto no era así en absoluto. El cielo nocturno era tan conocido para los antiguos como las montañas, los valles y los ríos que rodeaban sus pueblos. A menudo, esto era cuestión de supervivencia. Conocer el cielo era de vital importancia. ¿También para determinar el fin del mundo?


Aunque por sentido común la gran mayoría de la población sabe que el mundo no va a terminar este año, y sabe que si los rumores sobre un supuesto apocalipsis este próximo 21 de diciembre persisten es por intereses económicos, siempre hay un pequeño porcentaje de la población que se lo toma en serio. Y aunque el porcentaje de crédulos sea muy bajo, la población expuesta al rumor es tan grande, que el número final de personas preocupadas puede no ser despreciable.

 El templo de las inscripciones en Palenque. Jordi Busqué

Más allá de discutir el tema o verlo como entretenimiento, en lo referente a la astronomía, el público en general no tiene tan claro si los mayas apuntaron a algún fenómeno real o bien todo es un invento de unos oportunistas. Aunque los mayas no disponían de instrumentos de observación, como sextantes o telescopios, y efectuaban sus observaciones a simple vista, eran capaces de predecir un gran número de fenómenos astronómicos. Los eclipses de Sol y de Luna no presentaban secretos para ellos, ¡eran capaces de predecirlos con siglos de antelación!

En el fenómeno del 2012 hay apocalipsis para todos los gustos. Unos dicen que un gran asteroide chocará con la Tierra; otros, que será un misterioso planeta el que impactará (aunque curiosamente ninguno de ambos ha sido detectado todavía, pese que a estas alturas ya deberían poder ser observados a simple vista). Pero la que tal vez sea la versión más popular de la supuesta profecía advierte que el eje de la Tierra se verá desviado por un alineamiento de esta con el Sol y el centro de nuestra galaxia, en diciembre de este año.
Lo más inquietante es que si se consultan las efemérides astronómicas o cualquier simulador de la bóveda celeste, se podrá comprobar que, este diciembre, efectivamente, el alineamiento va a producirse.


Este alineamiento –no muy preciso, todo hay que decirlo– significa que el Sol, visto desde la Tierra, aparece en el cielo superpuesto a la parte central de la Vía Láctea. Esta zona de la galaxia está poblada de nebulosas oscuras que en la mitología maya representaban el camino a Xibalbá, el inframundo. ¿Será entonces que esos profetas del apocalipsis tendrán algo de razón?

En absoluto: lo que no dicen los oportunistas –quién sabe si porque no lo saben o porque no les interesa decirlo– es que esta alineación ocurrió también en el 2011, el 2010, el 2009... Porque ocurre cada diciembre sin que ello tenga la menor consecuencia. Esto es algo que los mayas sabían perfectamente. Una predicción catastrofista ligada a un fenómeno tan habitual no hubiera tenido la menor credibilidad en el mundo maya.
Pero entonces, ¿hicieron los mayas alguna predicción para finales del 2012? La respuesta se encuentra si se revisa el calendario que utilizaban en aquella época. Para periodos de tiempo largos, los mayas usaban el llamado calendario de cuenta larga. En lugar de siglos y milenios tenían otros ciclos, como por ejemplo el Bak´tun, que equivale a algo más de 394 años. Resulta que si se utiliza la conversión de fechas entre calendarios más aceptada por la arqueología, el próximo 21 de diciembre de 2012 termina el Bak´tun número 13 y comienza el 14. Es decir, el próximo 21 de diciembre viene a ser como un "fin de milenio" en el calendario de cuenta larga.

Para dar más emoción al asunto, conviene explicar que ocurre algo más: según el Popol Vuh –el libro sagrado de la mitología maya–, los dioses crearon el mundo y lo destruyeron en varias ocasiones. Según este mito, la última creación fue destruida al final del decimotercer Bak´tun. Así que, según la mitología maya, el 21 de diciembre la creación actual cumplirá la edad de 5.125 años, la misma que tenía la anterior creación cuando fue destruida. Así pues, es bien cierto que es una fecha muy significativa.

¿Pensaban los mayas que esta creación iba a durar lo mismo que la anterior, y por lo tanto llegaría a su fin este mes de diciembre? En el 2010, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Boston encontró un montículo de piedra cubierto de tierra y árboles cerca de las ruinas de Xultún, en el norte de Guatemala. El sitio había sido excavado por saqueadores, y los científicos no esperaban encontrar nada de interés. Sin embargo, las paredes del interior del montículo estaban decoradas con murales de gran belleza. Una de las paredes contenía inscripciones numéricas que han resultado ser fechas del calendario de cuenta larga. Las inscripciones han sido datadas por los científicos como pertenecientes a los años 813 y 814 de nuestra era y contienen fechas que se extienden 2,5 millones de días en el futuro, ¡casi 7.000 años! Es decir, que, después de todo, los mayas no pensaban que el mundo fuera a terminar en el 2012.