martes, 1 de noviembre de 2011

Cada día un nuevo amanecer...


Cuando se trata con dignidad y respeto al receptor de la opinión, se le escucha con empatía y se le implica en las decisiones sobre los cambios, el diálogo se puede experimentar como algo positivo, que abre las puertas a la oportunidad y da a esa persona la experiencia del logro. Las intenciones positivas fortalecen al instrumento o al emisor de esta información para que permanezca “limpio” y “directo”, incluso cuando da un mensaje delicado.


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Si yo encontrara un alma como la mía, cuantas cosas secretas le contaría.
Un alma que al mirarme sin decir nada, me lo dijese todo, con su mirada.
Un alma que al besarme, con suave aliento, al besarme sintiera lo que yo siento.
A veces me pregunto que pasaría si yo encontrara un alma como la mía.