miércoles, 19 de marzo de 2014

Lazos invisibles...


La confianza no es otra cosa que una serie de lazos invisibles que te atan a otra persona. Cuando recibes un golpe por parte de ésta, lo normal es que esas conexiones, esos vínculos, se debiliten. De ese modo, los golpes más violentos pueden llegar a romper completamente los lazos entre dos personas.

Pero no es algo irreparable. Con paciencia, con progresivas dosis de perdón, con mucho tiempo para sanar las heridas, es probable que esos lazos vuelvan a resurgir de sus cenizas; sobre todo si hay una base de unión más fuerte y más profunda entre los individuos, alrededor de la cual vuelve a cimentarse ese espíritu de sintonía, de comprensión del otro...

Ahora bien: como ya dije, los grandes golpes requieren de más tiempo para sanar, y por ello al principio tenemos la sensación de que sea irrecuperable. Pero si no hacemos nada una vez la confianza está perdida, entonces sí que será imposible volver a crear el vínculo.

Suele ocurrir en algún momento de las relaciones entre parejas, que por un motivo se pierda la confianza…. Pero opino que si existe una buena base, con el tiempo se puede sanar, aunque al principio se crea sensaciones de pérdida, dolor, soledades…

La confianza es como una serie de lazos invisibles que unen a otra persona… Y cuando recibes un disgusto por parte de ésta, es normal que esas conexiones y esos vínculos se debiliten completamente esos lazos entre la pareja.



Pero no es algo irreparable, pues el paso del tiempo suele curar casi todo, con paciencia y dosis de perdón hasta sanar las heridas… Habiendo amor es muy probable que esos lazos,… dependiendo del cual grande fue el golpe que puede romperse vuelvan a resurgir y a cimentarse ese espíritu de sintonía, comprensión del otro/a.

sábado, 8 de marzo de 2014

El túnel de mis miedos


Me encuentro en el túnel de mis miedos,
y mi soledad me acompaña
en este sombrío camino.
Me encuentro en el túnel de mis miedos,
y mi soledad me acompaña
en este sombrío camino.

¿A qué temo? ¿Qué miedos me amenaza?
¿Y qué espero de la vida llena de obstáculos,
que al momento de mi caminar intenta saltear
y caigo y que la esperanza he perdido?

El día es triste como la mirada
de una niña perdida, sin rumbo
las paredes son muy frías
como una noche de invierno.

¿Si todo es como un paisaje gris?
¿Si la miel no es dulce, y el veneno no mata?
Si el paraíso no es paz, sino abandono…

Y si con mis lágrimas de sangre escribo...
¿Tal vez mi piel forme otra piel mas dura
volviendo las cosas a su estado primitivo?

Este túnel inmensamente oscuro y largo,
por el que voy sin fe, sin esperanzas ni lazarillo,
sin el quinqué de luz en la lejanía
que fuera mi guía, esperanzas y alegrías.

Estos lúgubres miedos que me martirizan
sean imaginados o reales…
entrelaza mis pies como grilletes,
me enmudece la voz, y me ahoga.

Mi paso es lento, los grilletes pesan
mucho más que los latidos de mi corazón.
Ignoro ya si avanzo o retrocedo…
en realidad ni siquiera sé cual es el camino.

Si renaciera sentimientos en mi mente
que restablecieran de nuevo el equilibrio
y rompiera mis cadenas de un golpe,
si mis ojos vieran un destello de luz…

Si me dieras la mano un instante,
si mis sentimientos afloraran
y mi mente y alma fluyeran la paz,
que en antaño tuve y que perdí en algún lugar

Si entraras en el túnel de mis miedos…
y vieras por un instante esa oscuridad latente.
Si estuvieras a mi lado y me dieras tu mano…
Quizás entonces… Solo quizás…

 Volvería la luz a mi vida.


© Pino Antúnez