domingo, 12 de febrero de 2012

Mi gran amor...





Aunque pasen los días, meses,… te sigo pensando y mi corazón está lleno de ti, de tu esencia, de tu aroma, de todo ese gran amor en mayúscula que me dejaste al partir…


Cada noche antes de dormir miro el cielo,... al despertar vuelvo a mirarlo y me pregunto ¿Qué estarás haciendo? ¿Me verás desde ese lugar? Tantos interrogantes, y ninguna respuesta….
 
....la gente me pregunta ¿por qué no te enamoras? Yo sonrío y te pienso.... Ya estoy enamorada, sigo enamorada,... pero mi amor partió para nunca más regresar...
 

martes, 7 de febrero de 2012

A CIERTA EDAD…


Dicen que a cierta edad las personas nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años muy jóvenes, las figuras delgadas y espectaculares...



Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo...

Es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia.

Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas.

(¡Por suerte! debe ser muy aburrido)

Descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás.

Y a pesar de ello.... ¡Quererme mucho!

Cuando me miro al espejo ya no busco al la que fui...

Sonrío a la que soy...

Celebro la posibilidad de elegir, a cada instante quien quiero SER, me alegro del camino andado, de la experiencia que me dieron estos años.

Asumo mis contradicciones.

Valoro lo recorrido.

Tan mal no me fue...

¡Estoy aquí!

¡Qué bien vivir sin la obsesión de la perfección!

Después de todo cuando decidí, que no quería la perfección, comencé a accionar y a alcanzar objetivos en mi vida!

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr permanentemente buscando que todos te quieran!

¡Qué bueno está empezar a quererse y respetarse uno!

¡Qué maravilloso reconocer que la felicidad está tan cerca nuestro, tan relacionada con nuestras búsquedas y nuestros mágicos encuentros interiores!

¡Qué suerte haber comprendido que la magia y el poder no están en el afuera, sino en mi interior!