Ya en camino, sigue avanzando. Si todos te abandonan, sigue tu marcha. Si en tu derredor crecen las tinieblas, existe una razón más para que tú mantengas encendida la pequeña llama de tu fe. No dejes que esa luz se apague, para no quedarte en tinieblas. Ilumina con tu luz las tinieblas que te rodean...