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sábado, 26 de noviembre de 2011

Auto-respeto y humildad


El auto-respeto y la humildad se comportan como nuestro escudo de protección espiritual. Nos liberan de las influencias sutiles del ego limitado.

A medida que recorremos la senda del progreso espiritual, es muy importante tomar conciencia de la presencia de la arrogancia sutil.

En la conciencia del alma, podemos aceptar la corrección y las señales que otros nos den como un medio para progresar y somos capaces de tolerar y aceptar la crítica. A la vez, no nos dejamos influenciar por la alabanza.

Absorbiendo estas dos virtudes en nuestra vida podremos ser instrumentos para transmitir una experiencia espiritual a los demás, a través de nuestras palabras, de nuestras acciones, de nuestra manera de interactuar. Si estas dos virtudes están presentes y estables en nuestra vida, podemos entender que estamos desarrollando poder interior y fortaleza espiritual.



martes, 17 de mayo de 2011

¿Qué cuantos años tengo?


Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo...
¡Qué importa eso!
Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido. Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
No quiero pensar en ello.
Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo.
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos. Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven... no lo lograrás.
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas... Valen mucho más que eso.
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta! Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.


José Saramago
Premio Nobel Literatura 1998

miércoles, 20 de abril de 2011

Muralla Floral


¿Cuántas veces amurallamos las puertas de nuestros corazones por miedo?

¿Cuántas veces decimos no a las mudanzas?

¿Cuántas veces cerramos los ojos para no ver la realidad?

¿Cuántas veces nos callamos por miedo a decir lo que precisaba ser dicho en “aquel momento tan especial”?

¿Cuántas veces bloqueamos nuestros sentimientos con recelo de amar?

¿Cuántas veces dejamos de ser quienes somos solamente para agradar a alguien que jamás nos entenderá?

¿Cuántas veces...?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Glupsssssss


Glupsssssss
Cargado originalmente por Arice39
Si yo se que tú eres, y tú sabes que yo soy,... quién va a saber quien soy yo cuando tu no estés.

Cargada por Arice39 el 29 de nov '10, 1:22 CET.