Mostrando entradas con la etiqueta pensamientos postitivos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pensamientos postitivos. Mostrar todas las entradas

viernes, 6 de abril de 2012

Estoy dispuesta a cambiar y a crecer…



Estoy dispuesta a cambiar y a crecer…

Estoy dispuesta a aprender cosas nuevas porque no lo sé todo.

Estoy dispuesta a dejar atrás los conceptos viejos que ya no

funcionan para mí.

Estoy dispuesta a ver las situaciones que creo a mí alrededor y a decir:

«Ya no quiero seguir haciendo eso».

Sé que puedo llegar a ser más yo misma.

No una persona mejor, porque eso implica que no soy suficientemente buena,

sino más quien soy.

Crecer y cambiar es emocionante, aunque para con seguirlo

tenga que enfrentarme a algunas cosas

dolorosas que hay dentro de mí.

Lo más importante en este momento es lo que ahora mismo

estás decidiendo pensar, creer y decir.

Estas ideas y estas palabras crearán tu futuro.

Tus pensamientos forman las experiencias de mañana, de la semana próxima,

del próximo mes y del año que viene....






sábado, 22 de octubre de 2011

Sublime despertar...



Todo lo que ocupa nuestra mente y no nos aporta ningún logro sino que sólo sirve para desperdiciar nuestro tiempo y pensamientos es inútil. La lista es larga: pensar en el pasado, preocuparse innecesariamente por el futuro, imaginar y especular sobre las situaciones y los demás sin realmente disponer de suficiente información, pensar sobre lo que los demás hacen o dejan de hacer cuando no es de nuestra incumbencia, etc.

El método principal para dejar de desperdiciar la energía de los pensamientos es mantener todo el día, tanto como podamos, la mente ocupada. Una mente ocupada en pensamientos de conocimiento espiritual, en planes para servir a los demás y beneficiar al mundo, junto a los pensamientos prácticos y útiles de la actividad diaria, tal mente no puede ser atraída por nada más. Sencillamente, no dispone de tiempo. Una mente ociosa es fácil presa no sólo de lo inútil sino con frecuencia de lo negativo.

Ésta es una de las metas más elevadas a nivel espiritual: convertirnos en el amo de nuestra propia mente.